Cómo apoyar a un amigo que tiene desafíos de salud mental

El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra anualmente el 10 de octubre, tiene como objetivo concientizar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo.

Las personas que padecen trastornos mentales y del comportamiento y aquellas que tienen trastornos por consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas, tienen mayor probabilidad de presentar conducta suicida, al igual que quienes han tenido eventos críticos en su vida, como pérdidas de un ser querido, del empleo, han tenido experiencias relacionadas con conflictos, peleas con los padres, rompimiento con la pareja, cambio de vivienda, madre con trastornos mentales (principalmente en adolescentes), historia familiar de suicidios, maltrato, desastres, violencia y abuso sexual; entre otros.

SEGÚN CIFRAS DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD SE ESTIMA QUE CADA AÑO SE SUICIDAN 800.000 PERSONAS EN TODO EL MUNDO Y EL GRUPO DE EDAD MÁS AFECTADO ES EL DE LAS PERSONAS ENTRE 15 Y 29 AÑOS.

“La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.”

¿CÓMO AYUDAR A TUS SERES QUERIDOS?

Ayúdale a que se encuentre activo. El mantenimiento de un mínimo de actividad es importante para quien tiene depresión, así como otras pautas de estilo de vida. Puedes planificar con él/ella una lista de actividades diarias y gratificantes que los dos puedan poner en práctica juntos, motivándole y acompañándole en el desempeño de ese objetivo. Dedica tiempo a estar con él/ella, Muchas veces la compañía basta. Tener una mano amiga, alguien cerca a quien poder recurrir, mirar, sentir.

Ayúdale a mantener la adherencia al tratamiento acordado con los profesionales. Este es un pilar clave para la recuperación de la enfermedad y también para evitar el riesgo de recaídas.Da ejemplo y trata de compartir con tu familiar, amigo o pareja las restricciones respecto al consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas que en nada le benefician.

Sé paciente y empático. Tu familiar, pareja, amigo, compañero de estudios o trabajo desea mejorar. Si alguna vez te parece lo contrario recuerda que esa aparente falta de esfuerzo es uno más de los síntomas de la propia enfermedad. Evita las críticas y los reproches. No harán más que activar los sentimientos propios de la depresión y dificultar su mejoría.

Ayúdale a identificar sus fuentes de estrés y preocupación y, en la medida de lo posible, a encontrar la forma más adecuada para hacerles frente. Anímale a llevar una vida sana, con una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y alguna actividad social que implique diversión.

Hay que hacer un esfuerzo por entender la situación, ofrecerle apoyo y compañía, motivarle para que recupere su funcionalidad sin presionarle, evitar los reproches, reforzar sus logros, y animarle a pedir ayuda a los profesionales.

En ocasiones, ser cuidador de una persona con depresión puede sobrepasarte. No te angusties, es algo frecuente. Si te ves en esa situación, es muy importante que consultes a tu médico de familia. Estos profesionales conocen bien al paciente y a la propia familia y podrán brindarte su apoyo.

¡TODOS PODEMOS AYUDAR Y CAMBIAR LA VIDA DE ALGUIEN CERCANO!