¿Por qué es necesario dormir bien?

Dormir bien es fundamental para la vida todos lo hacemos sin excepción, sin embargo, hay quienes eligen deliberadamente privarse de un buen descanso sin ser conscientes de las consecuencias que puede tener esto en su cuerpo.

Mientras dormimos se produce todo un proceso de limpieza en nuestro cerebro, se consolida la memoria con el aprendizaje, se equilibra nuestro sistema nervioso reforzando nuestra salud emocional, se regeneran nuestros tejidos facilitando el crecimiento, se producen citocinas que se encargan de proteger nuestro organismo de infecciones e inflamaciones, se producen otras hormonas como la melanina y serotonina ayudando a contrarrestar los efectos de las hormonas del estrés y depresión, haciendo que nuestro organismo se sienta relajado, enérgico, optimista, con mayor capacidad para adquirir nuevos aprendizajes y disminuye el riesgo de contraer enfermedades cardiacas.

Todo esto es fundamental para hacer de nuestro sueño una prioridad, pero más allá de dormir bien es aprender a descansar, cuando lo conviertes en una se transforma en un hábito saludable, así como es significativa una buena alimentación y hacer ejercicio, también es importante que aprendamos a equilibrar nuestro estilo de vida en un mundo que vive con tanta urgencia y prisa. Debemos aprender a darle a cada tarea su tiempo, a no cargarnos con todas aquellas cosas que están po fuera de nuestro control para que nuestra mente se mantenga enfocada, tranquila y pueda tener momentos de desconexión cuando lo requiera.

Algunas recomendaciones para tener un buen sueño son las siguientes:

1. Ser conscientes de que un buen dormir aumenta nuestra calidad de vida.
   
   
2. Tener un lugar para dormir en condiciones adecuadas, la mesa de un escritorio, el suelo, una silla, entre otros, no puede convertirse en nuestro frecuente lugar para dormir puesto que disminuye las posibilidades de tener un sueño regenerador.
   
   
3. Ir a la cama y levantarse a la misma hora, las actividades repetitivas forman un hábito en nosotros facilitando la rápida adaptación de nuestro organismo.
   
   
4. Limitar el consumo de bebidas que contengan cafeína o alcohol horas antes de disponerse a dormir.
   
   
5. Evitar consumir alimentos con altos niveles de grasas o azucares horas antes de dormir.
   
   
6. Evitar mirar pantallas (TV, celulares, tablets…) que emiten luz antes de acostarse. Esto puede dificultar conciliar el sueño.
   
   
7. Procurar en lo posible que la habitación este oscura y a una temperatura ideal.
   
   
8. Realizar actividades de ejercicio físico o de relajación.